Identificamos como toma de decisiones el proceso a través del cual se llega a hacer o a dejar de hacer algo. Por ejemplo apostar 5 euros a que el Real Madrid gana al Barcelona.
En la toma de decisiones intervienen diversas circunstancias que en un principio pueden considerarse de origen ajeno o de origen propio.
Hablando en primer lugar de las circunstancias de origen ajeno cabe asimismo establecer una doble distinción: (a) Aquellas en las que existe un agente interesado en orientar nuestra conducta en un sentido determinado y (b) Aquellas en las que esta intencionalidad no existe.
Hablando ahora de las fuentes de decisión propia clasificamos éstas en tres (a) la lógica (b) la intuición (c) el azar.
Entrando en el comentario de las cinco clases de circunstancias o fuentes que intervienen en la toma de decisiones tenemos.
(a) La decisión lógica
Una decisión lógica es una decisión basada en reglas que se consideran correctas. Una regla es una norma de conducta que se aplica o se debe aplicar (en tanto que correcta) en el caso concreto. Así dado un caso concreto (llueve) la regla prevé que se coja el paraguas. Es lo correcto.
Las personas construimos nuestras propias reglas a partir de la experiencia. Una experiencia es una sucesión de hechos que nos aporta lecciones orientativas de nuestra conducta. Por ejemplo si durante N días seguidos vas al Bar X y en casi todos esos N días seguidos un mismo subnormal te cuenta su puta vida la lección que sacas es que si vuelves a ir te va a pasar igual.
Las lecciones obtenidas a partir de la experiencia se denominan máximas de la experiencia.
(b) La intuición
Los animales no piensan, tienen intuición. Los hombres somos animales y por tanto también tenemos intuición. No sólo podemos adoptar decisiones a través de máximas de la experiencia. También podemos adoptarlas como  fruto de la intuición.
El ejemplo característico del papel de la intuición lo obtenemos de nuestra experiencia opositora y se plasma en la conocida regla de que nunca hay que cambiar la primera respuesta que hemos dado. O lo que dicho en otros términos: Una conclusión a la que se llega por intuición no se debe cambiar por otra deducida de la lógica salvo que el error sea manifiesto. Es decir, si el error es evidente sin necesidad de llegar a él a través de ningún juicio interpretativo.
(c) El azar
Llamamos azar a algo que puede ser o que no puede ser por la misma regla de tres. Por ejemplo si lanzamos una moneda al aire puede salir cara o puede salir cruz por la misma regla de tres. El azar por tanto entra en juego cuando los sucesos que se consideran son indistintos.
(d) El papel de los demás en nuestra toma de decisiones
Salvo el caso de tus padres mientras ejercen la patria potestad el noventa y tantos por cien de la humanidad ve en los demás lo mismo que tú. Si quieren darte por culo no es porque te aman y desean que seas feliz, es sencillamente por su propio disfrute. Tú no eres el sujeto de su interés. Tú eres o su objeto o un medio más para sus fines personales. El papel de los demás no debe contar en tu proceso de toma de decisiones. En todo caso si algún papel juega es un papel orientativo en sentido inverso al planteado por ellos. Es decir: tú no tienes que plantearte si te quieren de verdad, lo que tienes que plantearte es como y de qué manera les estás dando ocasión para que se formen la composición de lugar de que pueden darte por culo.
(e) Proceso recomendado en la toma de decisiones
a – Dado un número superior a 1 de escenarios posibles el escenario en el que se ubica nuestra toma de decisiones se elige al azar
b – Dado un número superior a 1 de decisiones posibles en el escenario elegido se adopta provisionalmente la decisión a tomar a partir del primer vistazo
c – Seleccionada provisionalmente la decisión a tomar se verifica que no exista un manifiesto error de hecho o aritmético recordando que en ambos casos ninguno de ambos requiere razonamiento alguno
d – Confirmada la decisión provisional se actúa con relación a ella según las reglas de la lógica.